Guardo en mi alma el amor a Silvina, el eterno dolor por la ausencia de mis tan amados viejos, el diseño gráfico, un poco de música; mis hermanos, sobrinas, tías, primos, algunos buenos amigos. Es lo que tengo y me alcanza. Todo lo demás, busco conservarlo por reconocimiento al esfuerzo de mis padres, pero siento que nada es mio. PD: y un equipo en managerzone.com

viernes, 25 de diciembre de 2009

Charlas son Sabatino (junio 2004)

Sobre la Sinceridad

Una noche, me despertó Sabatino a las 3 de l|a madrugada, y sin mas estrategia que la de darme ansiedad, me hizo levantar de mi descanso nocturno el cual había comenzado hacia 5 horas aproximadamente. Me despertó preguntándome:
- ¿en verdad a la gente le gusta la sinceridad?
- Eh?
- Claro, ¿si a los hombres les resulta placentero el hecho de la sinceridad para con ellos en su individualidad?
- Si, por supuesto… ¿a quien no?
- ¿Estas seguro de lo que estas diciendo? no haz pensado las respuesta, y por consecuencia estas siendo parte de la maza y no estas actuando como individuo, es decir que no estas pensando y que al responder estas entrando en un estado de jactancia que solo pueden acceder los que experimenta el echo del saber a través de la teoría y la practica; y según tengo sabido eres un ignorante en la materia
- Para… ¿quien te crees que sos para decirme si soy o no, un ignorante?
- ¿Lo eres o no?... sinceramente respóndeme, si estas certeramente seguro de que se ha práctico la sinceridad en ti, si lo practicas en su pureza mas eximia de mentiras, pero que sea sincera tu respuesta para contigo mismo
- No, creo que no…
- ¿Y sabes porque? Porque sino a quien le estas siendo sincero en tu exposición, reaccionará tan mal, como lo haz echo tu cuando te llame ignorante.
- Eh?
- Claro, ¿haz escuchado que la verdad duele? Y es una gran autenticidad, pero no solo le ha de doler a quien la recibe, sino a quien la dice también, pues en este éste, entra en el dilema de decir o callar, dependiendo del sentimiento que pese en él, sobre esa persona. Duele saber que le vamos a causar dolor a alguien, cuando este alguien nos importa; entonces entramos en una disyuntiva si guardárnoslo (y que nos punce el remordimiento de la mentira) y esperar a que otro le comunique como son las cosas; o tomar el valor de afrontar a la persona en cuestión con palabras sin disfraz. Es ciertamente un dilema. Porque resulta ser que los destinatarios de nuestras palabras suelen aferrarse a su estado, con un mero juicio hacia quien está enunciando las falencias de sus formas o actos. Y lo primero que se atañe a la persona, es una carencia de poder y un completo desconocimiento de lo que forman su interior, sus pensamientos, sus vivencias, sus apreciaciones del mundo y todas las cosas que hacen a las personas, seres humanos desde ellos para el mundo. Es decir: De ti hacia el mundo. Y entran en un estado de ofensiva hacia su interlocutor, acechándolo con las falencias de sus formas y actos, pero en de forma reproche y con un tono muy elevado en su carga semántica. Es allí cuando comienzan a florecer pensamientos que nunca tuvimos, y que nos preocupamos en darles la consistencia del tiempo para que resulte mas verdadero e hiriente, y no debería ser así, porque si existe un juicio de estas características hacia alguien, este alguien debería tomarlos como constructivo, y en el caso de no sentir que lo es, exponer sus visiones de la manera mas culta posible, buscando demostrar que quien aprecia eso en ella, esta equivocado por varias razones que se darán a luz buscando ponerlo al tanto de la verdadera situación y no buscar en esta explicación, el placer de hacer sentir un idiota a quien expuso sus ideas sobre nosotros en determinado momento sea cual sea este.